carcassonne

Encaramada en su ladera, la ciudad medieval vista desde abajo revela pocos de los mil y un tesoros que esconden sus murallas fortificadas. Las torres monumentales que enmarcan el puente levadizo de la Porte Narbonnaise albergan un pueblo por derecho propio, que aún vive en parte en la época medieval y está lleno de sorpresas. La legendaria Dama Carcas le da la bienvenida, pero no es ella quien le guiará por las tiendas de antaño. Sin embargo, su espíritu (y la leyenda que descubrirá con ella) le acompañará hasta las altas murallas del castillo comtal, encajonado en la ciudad como una matrioska occitana. Sus defensas rivalizan con las de las violentas batallas. El tumulto de la guerra aún resuena con gritos y ruidos metálicos. Las calles siguen empedradas con adoquines medievales, y las diversiones de la ciudad recuerdan a los baladines de antaño.